Estrategia,  Innovación

La innovación se puede y se debe gestionar

Hace más de treinta años que comparto sesiones con directivos y empresarios en programas de formación. En este tiempo, he visto cómo ha evolucionado la percepción de la innovación. Hoy casi nadie niega que la innovación es importante para la vida de la empresa. Se entiende que se producen cambios a todos los niveles y que las empresas también han de innovar. Si se analizan los discursos de los altos directivos, seguro que el compromiso con la innovación aparece citado varias veces. Más del 80 por ciento de ellos dicen que la innovación es importante para el crecimiento. Y los más radicales hablan de un dilema vital: innovar o morir.

Sin ser tan dramáticos, podemos decir que la innovación se ha vuelto cada vez más importante para las empresas. Pero una primera paradoja es el poco tiempo y los pocos recursos que se dedican a la innovación en las empresas. Se reconoce que es importante, pero se dedica poco tiempo a pensar cómo innovar. Solo la mitad de las empresas dicen que realizan alguna actividad de innovación. La mayoría de las energías y los recursos se concentran en la gestión del día a día. Parece como si la gestión diaria fuese incompatible con la búsqueda de la innovación.

Una segunda paradoja es que las empresas que intentan innovar están muy descontentas con los resultados obtenidos. Según diversos estudios, cerca del 95 por ciento de los empresarios y directivos se muestran insatisfechos con los resultados de la innovación. Se trata de una inversión con resultados inciertos, difícil de predecir y de planificar. Normalmente se generan grandes expectativas y esto hace que los fracasos sean más dolorosos. Innovar no es fácil. Los directivos y empresarios se sienten más seguros explotando los éxitos obtenidos que buscando nuevas innovaciones.

Y una tercera paradoja, quizá la más grave, es que las empresas dicen desconocer cuáles son los motivos de estos malos resultados en innovación. No se dedica mucho tiempo a analizar qué ha sucedido, dónde se han cometido errores. Se prefiere dejar de invertir, cortar el grifo de los recursos, abandonar el proyecto y lanzar uno de nuevo. Esto hace que no se sepa responder muy bien sobre los motivos de los fracasos en la innovación. Las organizaciones están orientadas a la acción, al hacer. Les cuesta pararse a reflexionar, a revisar su actividad de innovación, a intentar aprender.

Con frecuencia la innovación se encuentra bloqueada en muchas empresas por estas paradojas, por falta de herramientas para gestionarla y por fuertes resistencias al cambio. ¿Se puede desbloquear la innovación en la empresa? ¿Las empresas pueden superar estas paradojas y aprender a innovar? ¿Se puede innovar sin ser una startup o una tecnológica? ¿Se necesitan nuevas herramientas para que los directivos y empresarios pueden gestionar mejor la innovación?

Dentro de la caja de herramientas del directivo hay un vacío importante en la gestión de la innovación. En privado muchos directivos reconocen sentirse mucho más cómodos en otras áreas funcionales de la empresa, donde hay más experiencias y disponen de una amplia variedad de herramientas de gestión. En cambio, en el área de innovación no cuentan con muchas herramientas de gestión para impulsar la innovación.

Desde hace años he seguido la evolución de elBullirestaurante, una pequeña y mediana empresa situada en la Costra Brava, que transformó el sector de la alta gastronomía a través de la innovación radical. Reflexionando sobre el proceso de creativo de elBullirestaurante, nos preguntamos con Ferran Adrià si alguna de estas herramientas de gestión se podían adaptar para ayudar a los directivos y empresarios para impulsar la innovación.

Después de desarrollar un primera versión de la Auditoría de la Innovación se quiso testarla en empresas y organizaciones de diferentes sectores, a través de retos con estudiantes y en proyectos de consultoría, para ir ajustando y perfeccionado esta herramienta. Ha sido un proceso que nos ha llevado seis años en los que hemos aprendido que la innovación se puede y se debe gestionar.

La Auditoría de la Innovación surge para superar esta situación de bloqueo y carencia de herramientas de las empresas que quieren innovar y no saben cómo hacerlo. La Auditoría de la Innovación quiere ser un nuevo instrumento para ayudar a las empresas en su reto de gestionar su sistema innovador. Su razón de ser es ayudar a innovar, a iniciar el camino de la innovación.

No se ha querido hacer otro libro blanco de diagnóstico de la situación, ni un libro azul de propuestas globales, se ha escrito el libro rojo de la innovación para pasar a la acción. Para ayudar a los directivos y empresarios a hacer realidad sus proyectos de cambio. A través de la Auditoría de la Innovación, una nueva herramienta de gestión. Que aspira a ser una guía para el viaje a la innovación de las organizaciones.

One Comment

  • Raul Zarraba GarciaNo Gravatar

    Saludos y mi reconocimiento a lo avanzado por tu gran capacidad

    @RaulZarraGa

    Raul Zarrabal Garcia

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